Hola, me atrevo a copiar la carta que me envió una mujer que fue víctima de la trata de personas. Desafotunadamente dentro de la historia migratoria de las colombianas, existen los casos de mujeres que han sufrido la trata. Algo para muchos desconocido. A esta hermosa mujer la conocí hace dos años, cuando ella estaba muy mal psicológica y físicamente. En esa época era incapaz de mirarse en un espejo...dos años después me envio este email que quiero compartir con ustedes. Como algunos saben, la última investigación que hice era sobre víctimas de trata de personas (www.mujerfrontera.com) y ella fue una de las participantes. att Helga
LIBRE DE MI FANTASMA.
Tuve un fantasma que me seguía como una sombra.
Cada año era más grande,
más fuerte.
Le puse la cara de la
gente mala, lo odie.
Hace poco salí a caminar
para pensar en lo que me dijo una amiga
que tampoco tiene cara,
pero tiene una voz muy dulce y muy firme.
Camine por el puerto,
pensando en mi fantasma.
Y empecé a mirarlo,
borroso y cada vez tenia más forma
El corazón me empezó a
latir rápido, y empecé a sudar de miedo.
Con ganas de llorar, y
sentí que mi fantasma también quería llorar.
Tuve el impulso de correr
para llegar a la casa, y cuando abrí la puerta , supe quién era el fantasma,
supe dónde estaba y fui a buscarlo.
Entre como loca al baño,
y vi que el fantasma era yo misma mirándome desde el fondo del espejo.
Era yo! Era mi yo de
antes, la que fue fuerte y que después fue débil y que después sufrió hasta
convertirse en fantasma. Yo misma me había castigado y me había convertido en
un fantasma.
No exagero si les digo
que nos miramos, que nos abrazamos, ella más joven que yo.
Yo le suplique perdón por
esconderla, ye ella me pedía perdón por soportar el encierro.
Fue la consecuencia de mi
silencio, de ocultar a todo el mundo lo que me pasó.
No estoy loca, al contrario, me siento con mas vida, más completa.
He vuelto a escuchar la música que me gustaba, volví a comer con alegría lo que había jurado que nunca volvería a comer porque era lo que me daban allá, en ese lugar.
¿por qué la encerré?,
¿quise protegerla de otros? ¿tuve miedo a que la trataran mal si sabían lo que
le había pasado? , ¿por qué hasta ahora me doy cuenta que era yo?
¡que terca soy yo, hasta
de fantasma soy terca. Yo terca negándola, y ella terca tratando de salir!
Ayer sentí tanto amor por
mi, me sentí grande, y siento que lo poco que he conseguido es mucho, mucho,
mucho...
Me acosté feliz a
recordar buenos tiempos, me acorde de mis novios, de las amigas de antes, de
las fiestas, de las canciones que me gustaba cantar. Los buenos momentos
llegaban todos de golpe, y POR PRIMERA VEZ
en esta segunda vida, llore de felicidad.
Me limpie de culpas, y lo
primero que hice al levantarme fue salir ansiosa a buscar un internet y escribirles. Las quiero mucho, que grandes que son!
(email enviado a las mujeres del proyecto Mujer Frontera)
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